¿Existe algo más gratificante en esta vida que ayudar a tu hijo a desarrollar todo su potencial y estimular su inteligencia? El objetivo de esta sección es recoger todos aquellos artículos, recursos, libros que nos ayuden precisamente en esta labor, desarrollar su potencial y estimular sus inteligencias múltiples.
Uno de los principales objetivos de la educación es formarles y enseñar a los niños a explotar sus habilidades e inteligencias múltiples dominantes.
Sin embargo, no podemos delegar toda esta labor al colegio, los padres tenemos y debemos actuar. Cuando no hay tiempo o nuestras prioridades son otras, delegamos esta responsabilidad a los profesores, colegios. Muchos padres creen que la educación se limita a alimentarles, vestirlos, llevarles al colegio y facilitarles las necesidades básicas. La educación es mucho más.
Los grandes resultados se obtienen en el hogar, los padres con el niño, no en el colegio.
En los colegios o escuelas no se forjan el futuro y felicidad de nuestros hijos, se forja dentro de su familia y entorno. Dentro de la familia y en el hogar adquieren principios y valores que perdurarán toda la vida y las habilidades que les permitirán desarrollarse plenamente.
La escuela o colegio es muy importante para nuestros hijos, nadie lo cuestiona, pero no puede reemplazar a los padres. Los padres tenemos que poner las bases, los cimientos (principios, valores, habilidades, inteligencia) y la escuela construye las distintas plantas (formación docente). En clase nuestro hijo convive con muchos otros y no tiene una dedicación personalizada. Cada niño es un universo distinto con sus necesidades específicas.
Hay niños con unas inteligencias y destrezas más dominantes que otras. Sin embargo en los colegios, por las necesidades obvias de garantizar una educación asequible a todos los ciudadanos, se agrupan por clases de niños de la misma edad. Es una primera aproximación y creemos que es la mejor pero podría haber otras.
Por ejemplo, en vez de agruparlos por edad, podríamos agruparlos por el nivel de sus inteligencias dominantes, habilidades. Por ejemplo, un niño de seis años si tiene una inteligencia lógica matemática muy desarrollada podría compartir clase con otro de ocho que tiene más problemas. Y a su vez, este niño de ocho podría compartir clase sobre artes plásticas con otro de diez, si en esta habilidad destaca.
Como podemos imaginar esta solución podría ser apta en algunos casos pero enseguida vemos que podría generar más conflictos que los que soluciona. Unos cuantos ejemplos: la gestión de las clases al tener distintos números de alumnos, discriminaciones de edad, problemas de convivencia, valoraciones públicas de los alumnos lo que podría provocar envidias y competencia entre niños y también padres, así podríamos seguir con un sinfín más de problemas.
La intención de todo lo explicado anteriormente es explicarte por qué los colegios, para un mejor tratamiento de sus alumnos y facilitar la gestión evitando los problemas anteriores, tienden a homogeneizar la enseñanza, a tratar a todos por igual. Lo cual, es lo más apropiado para el correcto funcionamiento del colegio y el sistema que menos conflicto genera pero, por contra, al homogeneizar la enseñanza no se aprovechan las particularidades de cada alumno. Aquí es donde debemos entrar los padres.
Debemos personalizar en casa la enseñanza de nuestros hijos, porque si no lo hacemos nosotros, no lo hará nadie.
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