Caminar 30 minutos todos los días a paso ligero contribuye a cuidar y mejorar tu salud. Desde prevenir ataques cardíacos hasta reducir la depresión, acá te contamos las múltiples ventajas de una caminata diaria:
Ayuda a eliminar el colesterol malo
Para cuidar la salud de las arterias, además de llevar una alimentación saludable es recomendable programar una caminata de 30 minutos o más todos los días. Este tipo de ejercicio reduce los niveles de colesterol malo, aumenta los niveles de colesterol bueno y mantiene la presión arterial bajo control.
Reduce el riesgo cardíaco
Una caminata de 30 minutos a paso ligero aumenta el ritmo cardíaco y consigue un bombeo de la sangre que representa un ejercicio para el corazón y el sistema circulatorio. Esto, sumado a la contribución a la salud de las arterias, ayuda a prevenir los ataques cardíacos en un 27 por ciento, según la ‘Stroke Association’ de Gran Bretaña.
Reduce el riesgo de accidente cerebrovascular
Según un estudio de la Universidad de Carolina del Norte, aquellas personas que conservaron el hábito de caminar a paso rápido cinco veces por semana durante 18 años presentaron un 40% menos de probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular que aquellas que llevaron una vida sedentaria.
Previene la diabetes
El hábito de caminar todos los días ayuda a reducir el riesgo de contraer diabetes de tipo 2. Según la organización ‘Walking For Health’ (Caminando por Salud), las personas que caminan todos los días tienen un 60% menos de probabilidades de adquirir esta enfermedad.
Reduce el estrés y la depresión
El ejercicio físico fomenta la producción de endorfinas, una hormona que potencia el ánimo y la energía, reduciendo el estrés, el mal humor y la depresión. Además, una caminata diaria puede ser en grupo, lo que favorece la sociabilización y aleja los sentimientos oscuros como la soledad.
Te mantiene en forma
¿Sabías que durante una hora de caminata a paso ligero podés quemar hasta 200 calorías? Si acompañás este ejercicio con una dieta equilibrada, seguramente mantendrás tu cuerpo lejos del sobrepeso y podrás mantenerte en forma durante toda la vida.
Tonifica tu cuerpo
Caminar con regularidad a una buena velocidad mejora la fuerza y la tonicidad muscular, así como también ayuda a construir la resistencia integral del cuerpo. Los músculos de las piernas y los glúteos son los que más se fortalecen, aunque no hay que olvidar acompañar la caminata con los brazos en una posición cómoda y firme, para realizar un ejercicio integral.
Mejora la absorción de Vitamina D
Una caminata diaria de por lo menos media hora al aire libre garantiza unos saludables minutos de exposición al sol, lo que favorece la absorción de Vitamina D en el cuerpo. La Vitamina D tiene un papel fundamental en la regulación del calcio y el fósforo, así como también fortalece el sistema inmunológico.
Fortalece los huesos
La actividad de caminar estimula y fortalece el sistema óseo, lo que resulta fundamental para las mujeres después de los 50 años. Además, al trabajar las articulaciones previene la artritis, común en la tercera edad.
Impulsa tu vida sexual
Estudios comprobaron que la actividad física regular impulsa y mejora la sexualidad. Sobre todo en las personas mayores de 50 años, una caminata diaria mantiene activa la circulación, relaja la mente, ayuda a producir endorfinas y mejora la tonicidad muscular, lo que repercute en una vida sexual más activa y saludable.
Ayuda a eliminar el colesterol malo
Para cuidar la salud de las arterias, además de llevar una alimentación saludable es recomendable programar una caminata de 30 minutos o más todos los días. Este tipo de ejercicio reduce los niveles de colesterol malo, aumenta los niveles de colesterol bueno y mantiene la presión arterial bajo control.
Reduce el riesgo cardíaco
Una caminata de 30 minutos a paso ligero aumenta el ritmo cardíaco y consigue un bombeo de la sangre que representa un ejercicio para el corazón y el sistema circulatorio. Esto, sumado a la contribución a la salud de las arterias, ayuda a prevenir los ataques cardíacos en un 27 por ciento, según la ‘Stroke Association’ de Gran Bretaña.
Reduce el riesgo de accidente cerebrovascular
Según un estudio de la Universidad de Carolina del Norte, aquellas personas que conservaron el hábito de caminar a paso rápido cinco veces por semana durante 18 años presentaron un 40% menos de probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular que aquellas que llevaron una vida sedentaria.
Previene la diabetes
El hábito de caminar todos los días ayuda a reducir el riesgo de contraer diabetes de tipo 2. Según la organización ‘Walking For Health’ (Caminando por Salud), las personas que caminan todos los días tienen un 60% menos de probabilidades de adquirir esta enfermedad.
Reduce el estrés y la depresión
El ejercicio físico fomenta la producción de endorfinas, una hormona que potencia el ánimo y la energía, reduciendo el estrés, el mal humor y la depresión. Además, una caminata diaria puede ser en grupo, lo que favorece la sociabilización y aleja los sentimientos oscuros como la soledad.
Te mantiene en forma
¿Sabías que durante una hora de caminata a paso ligero podés quemar hasta 200 calorías? Si acompañás este ejercicio con una dieta equilibrada, seguramente mantendrás tu cuerpo lejos del sobrepeso y podrás mantenerte en forma durante toda la vida.
Tonifica tu cuerpo
Caminar con regularidad a una buena velocidad mejora la fuerza y la tonicidad muscular, así como también ayuda a construir la resistencia integral del cuerpo. Los músculos de las piernas y los glúteos son los que más se fortalecen, aunque no hay que olvidar acompañar la caminata con los brazos en una posición cómoda y firme, para realizar un ejercicio integral.
Mejora la absorción de Vitamina D
Una caminata diaria de por lo menos media hora al aire libre garantiza unos saludables minutos de exposición al sol, lo que favorece la absorción de Vitamina D en el cuerpo. La Vitamina D tiene un papel fundamental en la regulación del calcio y el fósforo, así como también fortalece el sistema inmunológico.
Fortalece los huesos
La actividad de caminar estimula y fortalece el sistema óseo, lo que resulta fundamental para las mujeres después de los 50 años. Además, al trabajar las articulaciones previene la artritis, común en la tercera edad.
Impulsa tu vida sexual
Estudios comprobaron que la actividad física regular impulsa y mejora la sexualidad. Sobre todo en las personas mayores de 50 años, una caminata diaria mantiene activa la circulación, relaja la mente, ayuda a producir endorfinas y mejora la tonicidad muscular, lo que repercute en una vida sexual más activa y saludable.
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