Seguramente sabes que existen beneficios al romper la rutina diaria.
No obstante, ¿realmente los conoces todos? Si crees que te falta alguno, no dudes en darle un vistazo a los que estamos por comentarte en breve.
Antes de ello, repasaremos lo que se entiende por rutina y cuándo esta se vuelve en nuestra contra.
El conjunto de acciones que realizamos a diario por obligación puede llevarnos fácilmente al aburrimiento puesto que se produce de la misma manera, en el mismo lugar, a la misma hora.
En otras palabras, la repetición continua de varias acciones nos cansa y nos hace sentir que los días, al final, son prácticamente todos iguales.
Cada día suena el despertador, abrimos los ojos, miramos el reloj, nos levantamos y corremos a iniciar nuestro primer ritual: ir al baño.
Cuando ya hemos terminado el desayuno nos damos cuenta de que el fin de semana ya quedó atrás.
Ha comenzado otra jornada laboral, otra vez hay tráfico, otra vez hay que hacer esto y lo otro.
Y tal y como se mencionó anteriormente, la rutina viene a ser un conjunto de hábitos.
Ahora bien, este conjunto es lo que define gran parte del estilo de vida de cada persona.
Como habrás podido intuir, la rutina no incluye cambios significativos en las acciones.
Y en función de cómo se organice una rutina, una persona puede beneficiarse de ella o no.
Por ejemplo, una rutina que nos ayude a llevar un estilo de vida disciplinado puede conllevar a la proactividad y al éxito a la hora de lograr nuestros objetivos.
Así pues, una rutina en sí no es motivo de agobio, sino la forma en que se estructure.
Por ello, cuando se habla de los beneficios de romper la rutina, se hace referencia a aquella cuya estructura no nos brinda bienestar ni a corto, mediano ni largo plazo.
La clave entonces viene a ser una buena organización, que se base no solo en deberes sino también otro tipo de prioridades.
Pues bien, ese personaje es la estampa de una mala estructuración de la rutina.
Ha llegado a un punto muerto por centrarse en un solo aspecto (que suele ser el deber) y ahora, ya no se siente bien con nada.
En este sentido, una rutina mal organizada, que no integre tanto responsabilidades como placeres de una forma equilibrada, puede afectar nuestra salud emocional y derivar en malestares de orden psicosomático: depresión, ansiedad y estrés, principalmente.
Te animamos a que pruebes varias claves.
No te quedes con una sola, ya que la idea es probar y vivir nuevas experiencias.
Recuerda que el cambio es muy bueno para nosotros si sabemos aprovecharlo.
Y si tienes la costumbre de escuchar las noticias, date permiso de cambiar esto.
Por ejemplo: un día no las escuchas, otro día las lees en el periódico, y al otro tratas de comentar lo más reciente con tus compañeros de trabajo.
No solo conseguirás distraerte, sino que puede que descubras algo interesante en esa nueva ruta.
Si el miércoles te tocaba comer pasta, pásalo al viernes y juega con otras opciones dentro de tus posibilidades.
La idea es que alternes las opciones, sin que esto te suponga una dificultad.
Por otra parte, una receta nueva siempre viene bien. Recuerda que hay todo un mundo de sabores del que solo algunos conocen.
No obstante, ¿realmente los conoces todos? Si crees que te falta alguno, no dudes en darle un vistazo a los que estamos por comentarte en breve.
Antes de ello, repasaremos lo que se entiende por rutina y cuándo esta se vuelve en nuestra contra.
El conjunto de acciones que realizamos a diario por obligación puede llevarnos fácilmente al aburrimiento puesto que se produce de la misma manera, en el mismo lugar, a la misma hora.
En otras palabras, la repetición continua de varias acciones nos cansa y nos hace sentir que los días, al final, son prácticamente todos iguales.
Cada día suena el despertador, abrimos los ojos, miramos el reloj, nos levantamos y corremos a iniciar nuestro primer ritual: ir al baño.
Cuando ya hemos terminado el desayuno nos damos cuenta de que el fin de semana ya quedó atrás.
Ha comenzado otra jornada laboral, otra vez hay tráfico, otra vez hay que hacer esto y lo otro.
¿Qué es la rutina?
Al repetir una acción en el tiempo, esta se convierte en un hábito.Y tal y como se mencionó anteriormente, la rutina viene a ser un conjunto de hábitos.
Ahora bien, este conjunto es lo que define gran parte del estilo de vida de cada persona.
Como habrás podido intuir, la rutina no incluye cambios significativos en las acciones.
Y en función de cómo se organice una rutina, una persona puede beneficiarse de ella o no.
Por ejemplo, una rutina que nos ayude a llevar un estilo de vida disciplinado puede conllevar a la proactividad y al éxito a la hora de lograr nuestros objetivos.
Así pues, una rutina en sí no es motivo de agobio, sino la forma en que se estructure.
Por ello, cuando se habla de los beneficios de romper la rutina, se hace referencia a aquella cuya estructura no nos brinda bienestar ni a corto, mediano ni largo plazo.
La clave entonces viene a ser una buena organización, que se base no solo en deberes sino también otro tipo de prioridades.
¿Cómo afecta a la salud la rutina?
¿Cuántas veces no hemos visto ese personaje gris que realiza lo mismo día tras día, y que no disfruta de la vida?Pues bien, ese personaje es la estampa de una mala estructuración de la rutina.
Ha llegado a un punto muerto por centrarse en un solo aspecto (que suele ser el deber) y ahora, ya no se siente bien con nada.
En este sentido, una rutina mal organizada, que no integre tanto responsabilidades como placeres de una forma equilibrada, puede afectar nuestra salud emocional y derivar en malestares de orden psicosomático: depresión, ansiedad y estrés, principalmente.
Beneficios de romper la rutina
- Se aprende a ser más abierto con las posibilidades y esto, automáticamente nos ayuda a ver la realidad con una perspectiva más amplia.
- A nivel personal, se aprende a concederse permisos, darse márgenes de tiempo mejores así como a establecer y lograr metas más realistas.
- Por otra parte, se recupera la capacidad de asombro, se aprende, re-aprende y se crece con los nuevos hallazgos. Por serendipia, por trouvaille, por investigación y por muchas más.
- Se aprende a invertir mejor el tiempo y se deja de ver a este como a un enemigo.
- Se ganan puntos en creatividad y alegría, lo cual permite que establezcamos conexiones de calidad con las personas y generemos vínculos sanos. Esto hace que nuestro bienestar también aumente.
- Evidentemente, romper la rutina ayuda a desconectar y recargar energías.
- Otro de los beneficios de romper la rutina conlleva a la realización de las cosas con mayor agrado y pasión, por lo que se obtendrán excelentes resultados y, sobre todo, una gran satisfacción personal.
Trucos para romper la rutina
Los siguientes trucos son muy sencillos pero tienen una eficacia verdadera, por lo que te ayudarán definitivamente a gozar de los beneficios de romper la rutina en poco tiempo.Te animamos a que pruebes varias claves.
No te quedes con una sola, ya que la idea es probar y vivir nuevas experiencias.
Recuerda que el cambio es muy bueno para nosotros si sabemos aprovecharlo.
1. Haz pequeños cambios cada 2 o 3 días
Cambia la lista de música que sueles escuchar para ir al trabajo o anímate a probar una nueva radioemisora.Y si tienes la costumbre de escuchar las noticias, date permiso de cambiar esto.
Por ejemplo: un día no las escuchas, otro día las lees en el periódico, y al otro tratas de comentar lo más reciente con tus compañeros de trabajo.
2. Modifica tu ruta
Evita tomar siempre el mismo camino para ir a los distintos sitios: casa, academia, oficina, panadería, etcétera.No solo conseguirás distraerte, sino que puede que descubras algo interesante en esa nueva ruta.
3. Varía el menú
Si el menú de la semana pasada vuelve a repetirse, ha llegado el momento de cambiar.Si el miércoles te tocaba comer pasta, pásalo al viernes y juega con otras opciones dentro de tus posibilidades.
La idea es que alternes las opciones, sin que esto te suponga una dificultad.
Por otra parte, una receta nueva siempre viene bien. Recuerda que hay todo un mundo de sabores del que solo algunos conocen.
0 Comments:
Publicar un comentario